``Blanquita Suárez´´, pintada por Pablo Picasso en 1917. Blanquita Suárez era una célebre cantante cómica que actuaba en teatros. Picasso sitúa al personaje en el escenario, que estructura a base de planos geométricos, agudos y áridos con un juego tonal que crea una perspectiva magnífica. La figura, que sostiene un abanico en la mano, también presenta una superposición de planos en algunos lugares del cuerpo, de líneas más moduladas y curvas que, combinadas con otras más angulares, consiguen la sensación de movimiento de danza que se convierte en uno de los rasgos más relevantes del óleo. En esta obra se nota una intensidad de colores, como el negro, marrón, verde y blanco; y una combinación entre la severidad técnica con la airosidad y la espontaneidad de la captación del instante.